ALARMA EN VILLAR DE LA YEGUA
GRAN CONCENTRACION DE RADON EN UN PUEBLO DE SALAMANCA.
- Un nuevo estudio ha vuelto a reabrir un problema que lleva años olvidado
- Los vecinos de la localidad no pueden beber agua de las fuentes ni bañarse en ellas
- Todos 'miran' hacia una mina de uranio ubicada en mil hectáreas de Saelices el Chico
Entrada a la localidad salmantina de Villar de la Yegua. (Foto: E. CARRASCAL)
SALAMANCA.- "Te voy a decir una cosa. Estamos hartos del barullo y que luego nadie haga nada. La gente esta harta y ya no quieren que pongan aparatos en su casa. Eso es lo que te digo".
Así de contundente se muestra uno de los habitantes de Villar de la Yegua, una pequeña localidad salmantina, situada en el marginado oeste de la Comunidad y que tiene la peculiaridad de ser el pueblo de toda Castilla y León con mayor concentración de radón, un gas radiactivo que pertenece a la cadena del uranio y que puede tener efectos cancerígenos.
El problema del radón no es nuevo para los habitantes de Villar de Yegua. "Ese tema es muy viejo, por lo menos de hace cuarenta años", según comentan en el Ayuntamiento, pero lo cierto es que la mayoría de los vecinos no han oído hablar de él en su vida.
Quizás "porque nosotros estamos aquí de vacaciones. Sólo venimos en agosto y nadie nos ha dicho nada", comentan dos señoras sentadas a la sombra de su casa. Y añaden, "pregúntale a la 'Mari', que ella vive aquí todo el tiempo, aunque nunca nos ha dicho nada".
La escuela y el centro de salud tienen una concentración 3.000 veces superior a lo permitido de radón
Estas frases no son extrañas en un pueblo que tiene empadronadas a unas 240 personas pero que en invierno apenas supera el centenar de habitantes. Pero lo cierto es que ellos también tienen prohibido beber agua de las fuentes y bañarse en ellas, por el radón que lleva el agua. Tienen que consumir la que les llega del río y está tratada.
Ahora, la tesis doctoral de José Luis Gutiérrez Villanueva, en la Universidad de Valladolid, que ha obtenido la mención del Doctorado Europeo, ha vuelto a poner de actualidad un problema que las instituciones y los habitantes de Villar de la Yegua tienen olvidado.
El trabajo doctoral no es nuevo. Hace años, otro investigador de Cantabria también estuvo analizando las características del aire y el agua de la zona. Sin embargo, y aunque los resultados también fueron alarmantes, nadie ofreció soluciones a los habitantes de esta zona.
El estudio se ha centrado en analizar las concentraciones de radón en los lugares públicos, como el ayuntamiento, las escuelas o los centros de salud y en viviendas particulares.
Es un gas radiactivo de la familia del uranio y podría tener efectos cancerígenos para la población
Los datos más alarmantes se registraron en el Centro de Salud y en la Escuela de Villar de la Yegua, que comparten el mismo edificio y donde los valores registrados eran 3.000 veces superiores a lo permitido por la Unión Europea, que estable unos límites de 400 bequerelios por metro cúbico por ser un edificio de vieja construcción.
Desde el Consistorio recuerdan que "una vez los midieron y pusieron un extractor, pero al Ayuntamiento, no nos han contado nada. Sería la Consejería de Sanidad o el Consejo de Seguridad Nuclear..." Sin embargo, el estudio de Gutiérrez Villanueva demostró que pese al extractor, las cantidades se mantuvieron.
La conocida presencia del radón motivó que "la médico que estuvo aquí muchos años hiciera un estudio sobre la incidencia del cáncer en el pueblo, comparándola con otros pero al final no reflejó mucha incidencia. Pero todo esto es de oídas, porque aquí no hay ningún informe, ni nada".
En ese sentido, un agente medioambiental bromea y asegura que "aquí hay mucha gente mayor, que cumple los cien años y está tan sana" pero después reconoce la "gravedad del tema".
En el fondo, todos miran hacia la mina de uranio de Saelices el Chico, una explotación de Enusa, que ocupa unas mil hectáreas y que tras años abandonada ha regresado a la actividad ante el encarecimiento del uranio en el mercado internacional.
El estudio de Gutiérrez Villanueva descarta cualquier tipo de relación pero los vecinos de Villar de la Yegua no están tan convencidos y siguen apuntando ha esta instalación.
A esa creencia ayudan algunas fugas de agua que ha tenido la mina hacia el río causando la muerte de los peces y las recomendaciones de "no bañarse en el río, ni comer caza de la zona", como indica otro vecino.
Villar de la Yegua, perdido entre grandes laderas graníticas, restos de explotaciones ganaderas abandonadas y escobas, ve pasar la vida, ajeno al daño que el radón puede estar causando a sus habitantes. Ellos se saben solos, abandonados por las instituciones, ante la fuerza dañina de la naturaleza y están hartos, de que les digan que son los primeros en radioactividad.
1 comentario:
La verdad que es una vergüenza pero quien lo va a impedir?? nadie...
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